miércoles, 22 de febrero de 2012

Por

lo que transmite cuando canta, por la música que le rodea y que vive en su cuerpo, por ser cercano y por vivir con los pies en la tierra. Por atreverse a contar lo que muy poca gente dice, a expresarlo de una manera y en una tesitura en las que pocas personas saben moverse. Por colocarte arriba y abajo (anímicamente hablando) en un abrir y cerrar de ojos. Por esa necesidad de "echar de menos" y a la vez de querer "volver a empezar", por tener "miedo" y al mismo tiempo tener el valor de decir: "vuelve conmigo". 
Por ser varias veces disco de platino, por arrasar con sus singles y por estar en la cumbre musical, por haber dado un vuelco a la música española y por haber hecho que mucha gente vuelva a confiar en ella.


Por la humildad, la paciencia, la alegría, la melancolía, el nervio, la tranquilidad, el cariño y los contrastes capaces de habitar en un solo ser humano, quiero dedicar esta entrada al cantante Pablo Alborán y al grupo que le rodea, a "Pablo Alborán" y a "En acústico", uno de los mejores discos que he escuchado en mis casi 18 años de vida. La dedico a la gente que se sienta identificada con ella, que necesite el cariño que desprenden muchas de sus canciones, que necesiten apoyarse en sus letras y en sus melodías. A todos aquellos que se han atrevido a decir "perdóname" en algún momento de su vida o que dijeron con total seguridad en el pasado: "no te olvidaré", sin pensar en    el segundo anterior ni en el posterior.

Se la dedico al mérito que tiene (o al que yo le doy) hacer que una persona pueda escribir esto de ti sin que te haya conocido, al mérito que tiene transmitir desde la lejanía, desde un mundo propio creado.

Probablemente no le interese a muchas o a todas las personas que lo lean, pero necesitaba escribir sobre su música, escribir la reacción que me provoca y que, a la vez, deseo transmitir.

buenas noches "desde mi cielo",
feliz miércoles 22 de febrero

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